Header Ads Widget

Responsive Advertisement

VALOR DE LAS EMPRESAS CREAR Y CONSTRUIR Autora Sandra Patricia Fernández

VALOR DE LAS EMPRESAS

CREAR Y CONSTRUIR

 

En la era moderna, la tecnología y las nuevas inversiones facilitan la vida del hombre actual, pero nada es mejor en estos momentos de progreso que la independencia para lograr un futuro a partir de la creación de empresas y emprendimientos.

Desde los inicios de la revolución industrial en Inglaterra, entre 1760 y 1840, hasta nuestros días, se abrió una puerta socio económico única, al permitir que nuevas generaciones aportaran cambios significativos a la sociedad, con la concepción de pequeños emprendimientos, inclusive, muchos de ellos con el tiempo, se transformaron en grandes compañías, modificando para siempre la visión de los pueblos.

Estos múltiples proyectos, han generado cambios en el crecimiento de las regiones, aumentando el nivel de vida de las personas y por lo tanto su tiempo y calidad; permitiendo abrirse al mundo con nuevos aprendizajes y dando paso cada vez a generaciones más educadas y emprendedores trayendo progreso y desarrollo.

Esta revolución comenzó con el hombre al mando del timón, pero con el tiempo la mujer comenzó a tener un papel preponderante en la invención de nuevas empresas y a liderarlas sin temor; hoy en día son las nuevas generaciones de jóvenes quienes jalonan los grandes emporios tecnológicos, promoviendo el emprendimiento a nivel global no solo desde grandes estructuras físicas, sino desde la comodidad de su propio hogar.

 

No hay nada más valioso para el beneficio de la sociedad que el permitir la libre empresa como generador económico de un país; la oportunidad que brinda a una sociedad en aspectos tan disímiles como la creación de empleos, el desarrollo de nuevos conocimientos, el aumento de las relaciones comerciales interregionales, la globalización de productos y servicios, y al interior de sus compañías, el desarrollo de la creatividad, variedad de ofertas, empleados con recursos propios , salud para sí mismos y sus familias, capacidad de producir y también de vacacionar entre otras cosas.

Son tantos los beneficios que trae a la sociedad la fundación de emprendimientos y empresas formales, que es inaceptable encontrar países donde se limite el espíritu empresarial, donde aparecen dirigentes que obstaculizan la invención y el ingenio, pretendiendo encerrarlo dentro del control exclusivo del gobierno de turno. Debemos neutralizar estas ideas, pues esto, lo único que trae, es atraso a los pueblos y autocracia desmedida, un tema que, por cierto, debía haberse superado desde la primera guerra mundial, época donde se recortó el poder de los reyes y se dio potestad a la gente del común para pensar y ser independientes.

Un trabajo mancomunado entre los creadores de empresas y sus equipos de trabajo aumentan la autonomía, la independencia y la estabilidad de los países, fortaleciendo temas tan vitales como el empleo, la libertad, la educación, la familia y la salud como bases de la estabilidad de todo grupo social.

 

La oportunidad para cada individuo de ser responsable de su propia vida y de su propia familia, viene de la mano de ser parte de una empresa, ya sea como propietario o empleado, ambos perfiles valiosos para la sociedad y con roles diferentes e indispensables.

La libertad de un pueblo se basa en el bienestar de cada uno de sus individuos, pero no esa libertad amañada donde solo se exige y nada se da, sino donde se construye desde el pensamiento y la interacción, donde se progresa gracias al trabajo propio y a las decisiones de vida individuales, gracias a la autoconfianza y al desarrollo de la satisfacción propia por el logro obtenido.

Aunque no hay ideas perfectas, la instauración de la empresa privada fue un gran acierto para aquellos que nacieron sin oportunidades y también para aquellos que se han preparado durante su camino, es un logro en doble sentido, da a quien lo necesita, al tiempo que permite fluir al conocimiento y la independencia socio- económica; es una única combinación que facilita la evolución de las sociedades con cohesión, pero sin limitación y a su vez permite lograr independencia financiera sin importar el monto que cada cual reciba. Y al hablar de ello no me refiero a riqueza sin límites, que también sucede, me refiero más a la individualidad del ser y su independencia, a la potestad de poder tomar decisiones de vida basadas en su propio ingreso y no en las migajas que done un líder en el poder.

Las empresas brindan luz al camino de muchas personas que como tú o como yo se levantan cada día a vivir, a soñar, a aprender; son la motivación diaria para seguir construyendo un futuro mejor. No importa si es una panadería, una sastrería o una zapatería, es indiferentes si se habla de una gran compañía tecnológica o de las empresas del gobierno, todas tienen el mismo fin, una misión común de dar bienestar a las personas que las conforman, brindando opciones y servicios al país donde se encuentren.

Esto se resume en la premisa básica de que las empresas traen bienestar a los pueblos y un pueblo con bienestar es un pueblo libre y feliz.

 

Sandra Patricia Fernández

Autora


 

Publicar un comentario

0 Comentarios