LA VIRTUD DE LA HONESTIDAD
Perdido por las calles deambula un joven, no tendrá más de 17 años, se gana la vida en el rebusque, es conocido por todos porque siempre reconoce una oportunidad cuando la ve. Corta el césped de la vecina, lava el carro del tendero de la esquina, lleva domicilios de la pizzería del barrio y así construye día a día su ingreso para sobrevivir. Es querido y respetado en su sector, la gente sabe que cuenta con él, que es una ayuda, que presta un servicio, tiene credibilidad.
Escondido entre las sombras del barrio otro joven, 24 años, tenis Adidas, chaqueta zara, caminar sollado, seguro de sí mismo. Siempre pendiente del conductor que se baja de un auto para espiar en él y si es posible, con una vara abrirlo y llevar sus pertenencias o con un cuchillo por la espalda robar a quien esté descuidado. Aunque aparezca bien vestido y con algo de clase, la gente siente temor con solo verlo y lo evita cruzando la calle.
Un hombre muy elegante con traje azul oscuro, corbata rosada, zapatos impecablemente lustrados, baja de su BMW con la confianza de quien ha triunfado en la vida, mira de reojo al mendigo que siempre pide limosna en la esquina de su oficina, apenas si se percata de su presencia, va muy ocupado con su celular hablando de negocios.
Lo que nadie sabe es que toda la mañana tiene reuniones con altos funcionarios del gobierno que le ofrecen jugosas sumas de dinero por alterar los documentos de su empresa y muy satisfecho lo hace, porque para él eso es el éxito; muchos lo buscan, lo necesitan, tiene prestigio y dinero, no importa el precio. Su reflejo es de prosperidad, y mucha gente lo rodea, pero sólo por conveniencia, no han abierto su corazón a él y nunca lo harán, cuando su buena racha termine estará sólo, más solo que nunca.
Honestidad... parece ser una palabra en vías de extinción, la integridad que otrora era la que sellaba un negocio con solo un apretón de mano y la palabra, hoy se ve como un cuento de hadas que nunca pudo ser posible. Las historias de los abuelos donde cerraban su explicación con un “Te doy mi palabra” demostrando la rectitud de sus actos, hoy se esfuma ante tantas noticias complejas donde la deshonestidad parece liderar la batuta.
Pero no te confundas, la honestidad, la palabra, como sello de tu compromiso, la coherencia como ser humano entre tu ser y tu hacer, sigue teniendo hoy en día la misma validez que en el pasado, inclusive tiene mayor estimación ahora donde hay tanta confusión de valores.
Debemos buscar más allá, en nuestro interior para revisar en cuál de los dos lados de la moneda nos encontramos, eso definirá nuestra vida y la de aquellos que nos rodean.
Mantener los principios actualmente a veces suele ser una labor titánica, pero definitivamente la mejor. Cuando tu valor está por encima del dinero y el éxito y así lo muestras en tus continuos actos, en el trato cordial y respetuoso con las personas, en tu empresa o trabajo, cumpliendo todos los requisitos legales con tus empleados y clientes; en el manejo de la familia, siendo honesto, hablando siempre con la verdad y brindando ejemplo digno de trabajo y compromiso, eso se nota, y toca a otros.
Quizás creas que una veleta suelta no mueve el viento, pero, al contrario, en medio de tanta incertidumbre encontrar a alguien que es firme en sus principios genera una reacción inicial de sorpresa, pero despierta pensamientos y cuestionamientos internos, aunque no se quiera.
¿Por qué esta persona si puede actuar correctamente?, ¿Puedo ser yo igual de sincero y respetuoso? ¿ Mis valores si están en lo correcto? Y poco a poco siembras en esas personas que te rodean, una chispa de cambio que puede ser permanente mientras tu actuación siga siendo honesta y coherente; siga siendo ejemplo.
Adelante, toma hoy el mando de tu vida y cuestiona lo que te rodea, pero sobre todo cuestiónate a ti mismo; como es tu ser, si eres coherente entre lo que piensas, actúas y vives; si tus principios son coordinados y te permiten vivir con paz interior y dicha plena; si sientes en tu corazón que hay algo que no concuerda, revisa y corrige, estás a tiempo.
Olvida lo que muestran en la televisión, olvida los malos ejemplos en las noticias, olvida la corrupción alrededor, comienza contigo y sigue con tu familia, es lo único realmente cierto que puedes mejorar.
Mira siempre el vaso medio lleno, y olvida el vaso vacío.
“Tú eres la oportunidad que otros necesitan para hacer el cambio, tu, eres el motor que mueve tu pequeño mundo y muchos mundos en movimiento cambian nuestro planeta.”
Sandra Patricia Fernández
¡PALABRAS DE PODER!
DESENCIA, HONRA, DIGNIDAD, HONRADEZ, RECTITUD, INTEGRIDAD
Spfv-emprendiemitno.blogspot.com
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