CALI, LA SUCURSAL DEL CIELO
Hay una maravillosa ciudad, rodeada de naturaleza, brisa refrescante, gente cálida y alegre que se encuentra liderando el departamento colombiano de Valle del Cauca y es permanentemente un faro encendido que jalona el sur occidente del país.
Su nombre es Cali, o la sucursal del cielo, como todos la llaman.
No hay persona que llegue a nuestra tierra y no se enamore de sus paisajes, la diversidad de su tierra, la alegría y variedad de su gente., su música y comida.
Es un oasis en medio de un valle que ha crecido a lo largo del tiempo como una imponente ciudad a pesar de los altibajos que la historia le ha ofrecido.
Durante muchos años fue reconocida como la capital más cívica de Colombia y hoy, lucha por recuperar su estatus.
Y … Esta es su historia.
Fundada en 1536 el 25 de julio por Sebastián de Belalcázar, inicialmente cerca a Vijes y prontamente reubicada por Miguel Muñoz en la zona actual bajo las órdenes del mismo Belalcázar.
Como dato curioso, la primera misa en el terreno donde hoy se ubica la colonial iglesia la merced, fue celebrada por el capitán Fray Santos de Añasco.
Inicialmente Cali, funcionaba como parte de la gobernación de Popayán, quien a su vez era dirigida por la real audiencia de Quito.
En su expansión hasta el siglo XVIII gran parte del territorio estaba ocupado por haciendas, propiedad de los terratenientes de la clase española, los cuales tenían esclavos que se dedicaban a trabajar el campo y a servirlos. Dicha práctica fue finalizada con la declaración de libertad del 21 de mayo de 1851.
Las tierras fueron utilizadas para la ganadería y la siembra de caña; el resto de Cali, era una villa pequeña en las proximidades del río que lleva su nombre.
Muchas de estas haciendas, dieron vida a barrios como Cañaveralejo, Chipichape, Pasoancho, arroyohondo, Cañasgordas, limonar y Meléndez.
Actualmente, Santiago de Cali es el epicentro de Colombia sobre el pacífico, siendo una ciudad cosmopolita, de imagen nacional e internacional.
Caracterizada desde su fundación por ríos y quebradas que la rodean, más una variedad de monumentos, museos y edificios patrimonio histórico desde la época de la colonia.
A lo largo del tiempo ha evolucionado en grandes y múltiples aspectos tales como la fuerza de su música, en especial el ritmo de la salsa, y su naturaleza exuberante, variada y bien protegida, que la colocan como ejemplo para el mundo. Además, para completar su biodiversidad, es una de las regiones con mayor multiplicidad de pájaros y en general de flora y fauna cultivada desde siempre por sus trabajadores.; es tan hermosa que se le considera el municipio verde de Colombia.
Como toda ciudad de valor, se destaca por su gran centro deportivo, con una amplia infraestructura para el deporte y una tradición arquitectónica que oscila entre lo colonial de sus primeros años y el estilo contemporáneo que nace desde los albores del siglo XX.
La habita un variopinto grupo de mestizajes que la identifican por sus apreciaciones culturales, lo que enriquece el saber de esta sin igual urbe.
Su gente emprendedora fomenta la empresa como un símbolo de libertad y crecimiento. Lucha que se gestó después de tanta esclavitud.
Nuestro recorrido por la bella Cali, recuerda sus primeros barrios en el centro, donde se posa la iglesia la merced, el barrio Santa. rosa, el barrio santa librada con su antiquísimo primer colegio que lleva su nombre y por supuesto san Nicolás, hoy cuna de las imprentas y tipografías de la región.
En sus más de 400 años pasó de ser una pequeña villa rodeada de haciendas, a ser una metrópoli en crecimiento con miras al reconocimiento internacional por su cultura, empresas, y su pluralidad biológica.
Hoy mas que nunca apreciamos esta grandiosa capital del valle que nos recuerda la importancia del trabajo en equipo y de la tolerancia como herramienta de progreso, para seguir bailando al ritmo de la cultura y construyendo país a través del emprendimiento.
Y esta señores es mi Cali Bella.
Autora
Sandra Patricia Fernández
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