UNA MUJER EXCEPCIONAL
Capítulo 1
Reina sin igual
En la dinastía XVIII a.c del imperio nuevo egipcio, existió una mujer que brilló como pocas en su época, una mujer con gran temple y suspicacia, que amaba la cultura y la paz por sobre las guerras que los hombres siempre habían creado en su historia. Única hija superviviente de Tutmosis I y su esposa principal Ahmose. La llamaban Hatshepsut, pero gobernó con el nombre de Maatkara Hatshepsut. Su hermoso nombre significaba entonces la primera de las nobles damas o la principal dama de la nobleza. Fue la primera Faraona mujer en un grupo no tan extenso de mujeres reinantes de Egipto.
Capítulo 2
Cuna de poder
Cuenta la historia que el padre de Hatshepsut, Tutmosis I, había logrado expandir el Imperio egipcio de manera que nunca antes se había visto en tan solo trece años de reinado. Este prodigioso monarca pasaría a la historia por llevar a sus tropas al curso de un río enorme que, al contrario que el Nilo no discurría de sur a norte, sino a la inversa: el Éufrates.
El reinado de Tutmosis I fue próspero en la dominación de extensiones de tierra; con su esposa principal tuvo 4 hijas e hijos, pero solo Hatshepsut sobrevivió y por designio de su padre quedó como heredera del gran trono.
Mientras su padre gobernaba, ella se fortalecía en entereza y conocimiento, observaba con detalle las acciones de su padre y veía con tristeza que el hombre siempre moría en una intensa batalla por la conquista, pero se descuidaban otros aspectos del ser humano que le daban mas sentido a la vida.
Capítulo 3
La mente de Hatshepsut
Hatshepsut en su juventud, se conectó con todas las actividades del palacio de los faraones, entendiendo y buscando el camino que ella debía seguir; estaba decidida a ser diferente, a ser mejor, quizás a marcar la diferencia entre sus congéneres y sobre todo para sus súbditos.
Cuando llegó el gran día Maatkara Hatshepsut llegó por orden de los cielos a ser la Gobernadora principal, La faraona que traería gloria a su pueblo. Se autoproclamó también faraón de las Dos Tierras y primogénita de Amón, con el beneplácito de los sacerdotes, encabezados por Hapuseneb.
Durante 22 años reinó con mano dura y sabia al mismo tiempo, decidió invertir en su propio pueblo aumentando las cosechas y generando prosperidad. También decidió que la magnificencia debía venir de la imagen que el pueblo egipcio diera, por eso se dedicó a la construcción de nuevos templos y estatuas validando su poder divino. Pero el tiempo que mas disfrutaba era cuando la cultura florecía en su reino, dedicaba las noches a imaginar nuevos proyectos de escritura, pintura, música y arte para luego en el día proclamarlos y darles su total apoyo.
Ella vivió cada día en la gloria de ser la gran faraona egipcia que trajo prosperidad y cultura a su pueblo tal como siempre lo soñó.
Autora Sandra Patricia Fernández
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