EL FUTURO
Enseñanzas y reflexiones del libro Todos Somos Uno, El Hallazgo del Espíritu
¿Qué es el futuro? No es más que la continuidad del presente. El futuro es la proyección de las decisiones que tomamos, es la prolongación del espacio y del tiempo que construimos cada día.
¿Debemos asustarnos del futuro? NO, por el contrario, debemos verlo con esperanza, con la convicción de que depende de nosotros construir a partir del solo hecho de vivir la vida.
¿Cómo podemos crearlo? Lo creamos a partir del amor como columna principal, amando toda nuestra existencia, el sol que nos ilumina, la sonrisa de quien nos acompaña, el trabajo que realizamos; amando nuestros sueños, nuestras metas, lo que nos hace feliz y a partir de allí dedicarnos a crearlo, a darle forma, a adaptarlo a nuestras propias necesidades.
El presente es lo único que tenemos seguro y de cómo decidamos vivirlo, paso a paso, con dedicación, trabajo, tolerancia y cuidados diarios, dependerá que podemos esperar.
Es cierto que hay muchas situaciones que no se pueden controlar, en las que no tenemos ninguna injerencia a nivel político, y de conductas humanas, situaciones que en sí mismas traen gran inquietud, pero así nos preocupemos nada va a cambiar. Esto solo quiere decir que nuestro compromiso debe ser el concentrarnos en aquellas acciones que dependen de nosotros mismos, las que podemos controlar y que puedan generar cambios positivos en nuestra vida y en la de quienes nos rodean.
¿Cuáles son estas situaciones? Pues simple, Que quiero estudiar, a que me quiero dedicar, que tipo de trabajo me gustaría, como desearía que fuera mi hogar, que relación de pareja sueño tener, ¿qué actividades llenan mi alma? ¿Los deportes, la lectura, los amigos, la familia? ¿Qué actividades desarrollo para bloquear o minimizar el impacto de otros en mí? medito, oro, estudio, escucho temas positivos, y más.
Todo eso depende sólo de nosotros y podemos moldearlo a nuestra manera.
Crear impacto positivo en otros, es indispensable, seguir
el precepto de tratar a otros como nos gustaría ser tratados; sonreír a las
personas así estemos mal, comunicarnos con respeto y atención. Comprendiendo
que cualquier rol que desempeñemos, sea el que sea, si somos empresarios, pagar
salarios justos, dar empleo a quien sea idóneo, sin descalificar por
prejuicios; si soy empleado, valorar mi trabajo, respetarlo y a quienes hacen
parte de él, ser honrados y dar el 100 % de nosotros. Si soy estudiante o
profesor, padre o hijo, es el mismo ejercicio. Dar siempre lo mejor de nosotros
permitirá construir un maravilloso presente y un futuro inigualable.
Sólo queda recordar que nuestro compromiso es dejar de temer, tomar acción para mejorar nuestro entorno, para cambiar el futuro, pero por sobre todo mantener la fe en nosotros y nuestras habilidades, como pilar de una vida constructiva y próspera. Ese es el objetivo.
Sandra Patricia Fernández
Autora
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